Tu primer día en tu habitación y triste noticia para el Papa

Hola hijo, el destino ha querido que hoy compartamos dos noticias. Una buena y una mala, una triste y otra feliz.
Por un lado, ayer pasaste tu primera noche en tu habitación, en tu cunita, con tu preciado dudu, tu chupete y tu ovejita que te canta por la noche cada vez que le das un viaje con la mano cuando te mueves.
Evidentemente el cambio no ha representado nada malo para tí, ha sido una noche como otra cualquiera y como ya esperábamos, no has dicho ni mú.
A las 2.22 am me he despertado porque has hecho un intento de llorar pero habrá sido un sueño o cualquier otra cosa lo que te ha despertado. Quién sabe, te he puesto el chupete y has seguido durmiendo hasta las 7.30.

Por otro lado, la Montse, una persona llena de alegría y vida, que con 67 años (Montse, perdona que no sepa tu edad, pero es algo que un hombre nunca pregunta a una dama, así que imaginaré que sobrepasabas los 65 dada tu jubilación ;) ) nos ha dejado esta noche. Ayer pensaba en ella en casa de los tíos y en llamar a su hijo Cisco para preguntarle cómo iba. Al final, el cáncer ha ganado la batalla y nos la ha arrebatado de nuestro lado.
Empezó el año mal, y ya no verá empezar el siguiente. Desde aquí, desearle que descanse en paz y darle muchos ánimos a sus hijos, nietos, y personas que como yo, la querían.
Montse, finalmente no has podido venir a casa a comer, pero cuando nos veamos en el cielo, te prometo que te recompensaré. Un abrazo muy fuerte. Empezó nuestra relación como un trabajo que iba a ser pasajero, y si no es por esta maldita enfermedad, habríamos seguido "trabajando" juntos cada día, como hasta estas navidades tras casi 5 años. Durante este tiempo, me has sabido escuchar, dar sabios consejos, has hablado conmigo más de fútbol que ninguna otra persona, y me has dejado verte más como a un familiar, otra abuelita (aunque casi podías ser mi madre más que mi abuela), un ser querido, una amiga. Estés donde estés, nunca me olvidaré de todos los buenos momentos que hemos pasado juntos, yo conduciendo y tú de copiloto.
Te quiero.