Cuando eras pequeñín... más que ahora, empezaste con la afición, y tu padre en lugar de decirte lo mismo que tu madre "sácate el pie de la boca, caca!" te ayudaba a que alcanzaras a metértelo con el objetivo de mejorar de tu flexibilidad... o simplemente porque se moría de la risa viéndo la cara que ponías cuando tu madre te lo decía (mostrabas cara de sorpresa, evidentemente qué sabrás tú de si es normal que uno se coma o no los pies!)
Y ahora, 6 o 7 meses después, sigues con tus pies.
Unas fotos divertidas:
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