viernes, 9 de julio de 2010

7 meses sin escribir nada!

Bueno bueno, 7 meses a tu edad dan para mucho. La verdad es que hace unos 3 o 4 que empezaste a hablar y apenas 1 que empiezas a articular frases con sentido y que ya se puede dialogar de algún modo contigo.
La primera que dijiste fue: "¿Dónde está la mama?" y me dejaste petrificado por la claridad con la que formulaste la pregunta.
También recuerdo tu primera conversación conmigo. Fue antes de ir por trabajo a Madrid el 20 de Mayo a participar en el primer Acceleration que hemos hecho en España. Me iba tempranito en tren, y por la noche, te metí en tu camita (ahora llevas desde entonces que te duermes en la nuestra y luego el papa te lleva a la tuya) y te dije:
JBL:"Julio cariño, el papa se va a Madrid por trabajo y va a estar 3 días sin verte..."
JBS:"Sí..."
JBL:"Quieres que el papa te traiga algún regalo de Madrid?"
JBS:"Sí..."
JBL:"el qué?"
JBS:"Un camión... un camión de bomberos!"
JBL:"Rojo?"
JBS:"Sí... un camión de bomberos rojo"
Evidentemente tuviste tu camión de bomberos rojo (gracias a Fran por acercarme en coche, a Hideki por guiarnos y a David por decirme que buscara un Imaginarium en google maps). La ilusión con la que me lo pediste, la carita de niño bueno que se te quedó cuando cerrabas los ojitos y empezabas a soñar con tu camión de bomberos... increíble.

Y hoy, el detonante de esta entrada. Hoy hemos recibido los dos una lección, de hecho hemos recibido la misma lección:
- Tú no puedes ir tirando los libritos pequeños (6cmx6cmx2cm) del Mickey Mouse a la cara del papa!
- Y el papa tampoco puede tirarte el librito para que veas que hace pupa, porque puede apuntar mal y hacerte daño de verdad como al final ha pasado.

Ha sido un accidente pero al papa se le ha quedado una cara de tonto que no veas. Y tú desconsolado, me mirabas y acto seguido has gritado "mama..." y te he cogido en brazos y luego te he pasado a la mama, que es con quien siempre quieres estar cuando tienes miedo o necesitas protección.
Luego nos hemos pedido perdón los dos y hemos hablado sobre el hecho de que las cosas no se tiran, y menos a la cara de la gente. El papa creo que no te tirará nada más.
Ahí una foto para el recuerdo:


Lo que se te ve en el ojo derecho (a la izquierda en la foto) es un vaso sanguíneo que te abrá reventado cuando el canto del libro ha impactado en esa zona de tu ojo. Lo siento cariño, el papa no quería hacerte pupa, al menos no tanta. Sólo quería que comprobaras que podía hacer daño y que eso no se hace.

Por cierto, hace unos días te tuve que enseñar que al papa no se le pegan "ostias" con la mano abierta en la cara. Te tenía cogido en brazos y me dijiste "malo" y me soltaste un sopapo. Mi reacción fue darte otro y acto seguido retarte para que volvieras a hacerlo. Te sorprendiste por mi reacción, pero eso no impidió que volvieras a hacerlo. Evidentemente te la devolví, y luego te volví a incitar a que lo volvieras a hacer, pero esta vez ya no tenías las mismas ganas, así que cogí tu brazo y te acompañé la mano hasta mi cara, para acto seguido devolverte la tercera. Con esa ya tuviste suficiente y entendiste que no se le pega al papa, ni a la mama, ni a nadie que no te pegue a tí primero (esta última parte no sé si te quedó clara, no me gustaría que fueras un cagón, pero mejor eso que el hecho de verte soltando guantazos a todo el mundo!).

Para que esta no sea la última entrada durante mucho tiempo, intentaré crear otra con fotos del día que tras ir a buscarte a la guardería, nos fuimos con la mama a la playa... a jugar con la arena y con el cubo y los moldes de los cars. Qué miedo te dio el agua la primera vez que nos acercamos! Y eso que en Sant Antoni el año pasado lo pasaste en grande con Tomás...

Te quiero hijo!

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